
Se vuelve a repetir el equipo creativo: los lápices, un poquitillo de la tinta y el color son míos, y el estupendo entintado es de Alberto Belmonte (alabado sean los dioses que te dieron esa mano con el pincel, jejeje!!).
Sigo probando diferentes conceptos a la hora de aplicar el color, ya que estoy totalmente convencido de que cada obra tiene su método y estética particular. En este caso opté por un acabado más plano, evocando así, el color de los cómics más antiguos (sólo como concepto claro, porque éste tiene más retoques).
Bueno, espero que os guste y si no, se intentará mejorar la próxima vez.
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